La Consejería de Medio Ambiente ha
editado la Guía de Plantas de La Rioja con la intención de divulgar
aspectos desconocidos de 201 especies que crecen en la región
F. CABALLO El Correo Digital
Resulta una pena no conocer la tremenda riqueza que hay
en La Rioja. A veces, puede parecer un tópico vanagloriarse de las
'excelencias' de la región, pero es que en algunos aspectos es así. Muy
poca gente conoce la tremenda diversidad de flora que hay en nuestra
comunidad autónoma. Un total de 2.200 especies diferentes viven dentro
de los límites regionales, que se aglutinan en unos escasos 5.000
kilómetros cuadrados. Para intentar paliar ese desconocimiento y hacer
que los paseos por el monte o las riberas de los ríos sean mucho más
interesantes, la Consejería de Medio Ambiente ha editado la Guía de
Plantas de La Rioja, que recoge información y fotografías de 201
especies vasculares, las más comunes de nuestra tierra. Todo ello está
aderezado con mapas sobre su situación e información adicional relativa a
las plantas y sus características más destacadas.
«Es un texto principalmente divulgativo. La intención es
acercar el mundo vegetal que tenemos a nuestro alrededor a gente no
necesariamente experta en esta materia. Queremos ser el germen para que
las personas se aficionen y conozcan esta temática», resalta Carlos
Zaldívar, coordinador de la guía. La recopilación de todos los datos e
imágenes y su posterior edición ha llevado a los autores del libro
alrededor de tres años.
Lo que hace a La Rioja tan peculiar es la influencia de
distintos climas. La tierra riojana está en el tercio interior de la
Península y confome nos elevamos hacia las montañas el tiempo se parece
cada vez más al centroeuropeo, principalmente en el suroeste, el
correspondiente al Sistema Ibérico. Además, esta región está
influenciada por el clima atlántico u oceánico (al norte-noroeste) y por
el mediterráneo (en el sureste) . Lo que explica las diferentes plantas
que nos podemos hallar según en qué zonas nos encontremos de la
comunidad. No veremos la misma flora en Haro que en Alfaro.
Especie única
En España, de las 8.500 especies vegetales que crecen en
sus lares, entre un diez y un doce por ciento son endémicas, propias de
un territorio. En La Rioja, hay tres tipos de plantas amenazadas de las
que su número es bastante bajo. La más especial es la androsela riojana,
que «sólo se puede localizar en una parte del mundo, un par de
localidades de la sierra de San Lorenzo y la Demanda. La explicación a
esto está en la época glacial en la que la androsela crecía en gran
proporción, pero con el calentamiento progresivo se fue reduciendo su
espacio y ahora sólo resiste en dos parajes con unas condiciones
excepcionales», comenta Carlos Zaldívar.
Otra especie protegida es el grosellero de roca, del que
sólo se han identificado ejemplares en cuatro lugares de nuestra
geografía. Por último, el laurel de Portugal, también está en
sobreaviso, ya que en «La Rioja sólo se han identificado tres
ejemplares, pero la misma abunda más en otras comunidades autónomas»,
señala Zaldívar.
Un caso diferente, que no está en la guía, es el tomillo
sanjuanero o Thymus loscosii. Este vegetal está inscrito en el libro
rojo de las plantas de España, es decir, es una especie muy amenazada en
territorio nacional, pero la paradoja está en que en tierras riojanas
es bastante frecuente y no está incluido en la lista del grupo de las
amenazadas.
Otro tipo de plantas peculiares que tenemos en nuestro
suelo son las carnívoras. «La atrapamoscas contiene en sus hilos rojos
un líquido pegajoso y dulce que atrae a los insectos para comérselos. En
cambio, en la grasilla son sus hojas las que despliegan una sustancia
pegajosa que atrapa a los insectos más intrépidos. Pero el hábito de
cazar sólo lo llevan a cabo en verano, ya que en invierno, por las bajas
temperaturas, no tiene esa capacidad y se alimenta de los nutrientes
que encuentra en el suelo», destaca Carlos Zaldívar.
Si buscamos flores ornamentales y que destaquen por su
singular belleza y por la viveza de sus colores, el coordinador de la
guía se decanta por las orquídeas, que están protegidas en la Unión
Europea y que, en zonas tropicales, suelen ser epífitas (viven encima de
otras plantas). Una de las que más despunta es el espejo de Venus que,
según Zaldívar, «imita el dorso de un escarabajo hembra, para que un
macho se pose sobre ella, roce los estambres y luego polinice otras
flores para que broten nuevos ejemplares».
Otra que sobresale por su singular hermosura es la flor
de Abeja Amarilla. Una planta herbácea de entre diez y veinte
centímetros que se distingue del resto de su familia por su pétalo
central grande amarillo y marrón en el medio, que simula a un insecto
gracias al dibujo que forma.
Un diablo en vegetal
En toda esta colección de vegetales, no podía faltar una
que pondría en peligro la salud de las personas; aunque, como todo, sólo
si se toma en grandes cantidades. Su nombre es estramonio, aunque
también es denominada como la 'berenjena del diablo', sin lugar a dudas
una definición mucho más rimbombante. Para evitar problemas, los
expertos recomiendan evitarla cuando hay pequeños, ya que chuparse los
dedos cuando se ha estado en contacto con ella puede suponer un peligro.
A pesar de estas especies que pueden ocasionar algún
daño, Zaldívar considera las plantas como una fuente inagotable de
recursos, sobre todo para la medicina. «Alrededor del 70% de la
farmacología mundial deriva de las plantas. Lógicamente, con el paso de
los años y los avances científicos unas especies están en más desuso que
otras», aclara.
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